VÍA
CRUCIS PARA LA CAPILLA DEL TANATORIO VIRREY MORCILLO DE VILLARROBLEDO
El vía crucis consta de
catorce imágenes, cada una correspondiente a una estación, los títulos de las
estaciones son los siguientes:
v Primera
estación: Jesús es condenado a muerte.
v Segunda
estación: Jesús carga con la cruz.
v Tercera
estación: Jesús cae por primera vez.
v Cuarta
estación: Jesús encuentra a su madre, María.
v Quinta
estación: El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz.
v Sexta
estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús,
v Séptima
estación: Jesús cae por segunda vez.
v Octava
estación: Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén.
v Novena
estación: Jesús cae por tercera vez.
v Décima
estación: Jesús es despojado de sus vestidos.
v Undécima
estación: Jesús es clavado en la cruz.
v Duodécima
estación: Jesús muere en la cruz.
v Decimotercera
estación: Jesús, muerto, es bajado de la cruz.
v Decimocuarta
estación: Jesús es colocado en el sepulcro.
Las medidas de los cuadros
son de 33 x 33 cm en recuerdo de la edad con que Jesucristo murió.
Los tonos de la obra son
saturados y luminosos, la relación entre ellos es de contraste. Dominan
los matices cálidos y en concreto el
rojo como símbolo del martirio. El color dorado, presente en todas las
imágenes, también tiene un carácter alegórico, como expresión de la divinidad. Este recurso
figurativo se emplea en los iconos religiosos rusos. La causa de usar colores vivos
es dar una visión esperanzadora de la pasión como una vía hacia la vida eterna,
no exenta de sufrimiento, pero no se queda estancada en él, sino que camina
hacia una nueva existencia.
Los colores elegidos para los
soportes de las imágenes son morado,
rojo, y verde alternándose en este mismo orden y creando un movimiento visual. Estos tres colores tienen un significado: morado representa dolor, rojo martirio, verde esperanza y también hacen referencia a los tiempos litúrgicos.
Destacan las formas
geométricas, sobretodo en los ropajes, así como en el tratamiento de las rocas y
montañas, lo que le confiere a las imágenes un carácter poco naturalista. Esta
característica persigue un motivo expresivo que es el de contar una historia
que va mas allá de lo natural.
El espacio representado,
sobre todo en los fondos es plano, ya que no busca el efecto engañoso de la perspectiva,
trasmitiendo así un espíritu de simplicidad y sencillez.
Aurora Jareño Bonilla
25 de mayo de 2013
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